“Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.”
Filipenses 3:17
Pablo nos llama a imitar su vida, no por orgullo, sino porque sabía que su caminar con Cristo era genuino.
Él vivía conforme al Evangelio, y animaba a los creyentes a seguir el ejemplo de quienes, como él, vivían de acuerdo a la voluntad de Dios.
Hoy también podemos buscar modelos de fe a quienes imitar: personas que reflejan el amor, la humildad y la obediencia a Dios. No se trata de idolatrar a otros, sino de encontrar inspiración en aquellos que, con sus vidas, nos muestran cómo seguir a Cristo más fielmente.
Recuerda:
Dios nos ha rodeado de ejemplos de fe. Observa a quienes reflejan a Cristo y aprende de ellos, mientras tú mismo te esfuerzas por ser un ejemplo vivo para otros.
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