Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.
1 Reyes 8:61
Este versículo nos desafía a tener un corazón perfecto hacia Dios. Un corazón perfecto no significa que seamos sin errores, sino que tengamos una actitud íntegra, buscando siempre agradar a Dios en todo lo que hacemos. Andar en sus estatutos implica vivir de acuerdo con su Palabra y aplicar sus mandamientos a nuestra vida diaria. Hoy es una oportunidad para revisar nuestras acciones, pensamientos y decisiones, y asegurarnos de que reflejan nuestro amor y obediencia hacia Dios.
Recuerda:
Un corazón perfecto busca a Dios constantemente y obedece
su Palabra día a día.
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