"Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca."
1 Juan 5:18
Este versículo nos recuerda la identidad de los hijos de Dios. Aquellos que han nacido de nuevo en Cristo no viven en el pecado como estilo de vida, porque su corazón ha sido transformado. Además, tenemos una promesa poderosa: Jesús, quien fue engendrado por Dios, nos guarda. Su protección es un escudo contra los ataques del maligno, y aunque enfrentemos dificultades, sabemos que el enemigo no puede tocarnos espiritualmente. Vivimos bajo la seguridad de su cuidado, sabiendo que Él es fiel para protegernos en todo momento.
Recuerda:
Si has nacido de Dios, tu vida ha cambiado, y estás bajo la protección de Cristo, quien te guarda del mal.
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