"Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas;"
1 Reyes 2:3
Este versículo es un recordatorio de que la verdadera prosperidad no depende de nuestros esfuerzos humanos, sino de nuestra obediencia a Dios.
Salomón recibió estas palabras de su padre David antes de asumir el trono. Era una advertencia clara: caminar en los caminos de Dios y obedecer Sus mandamientos trae bendiciones y éxito. No se trata solo de obtener bienes materiales, sino de vivir una vida plena en todas las áreas.
Cuando seguimos Su Palabra, nuestras decisiones son sabias y estamos alineados con Su voluntad, lo que nos lleva a prosperar en lo que hacemos.
Recuerda:
La obediencia a Dios es el camino seguro hacia la verdadera prosperidad y éxito duradero.
Publicar un comentario