"El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua."
2 Samuel 23:2
En este versículo, el rey David reconoce que no habla por su propia sabiduría, sino que es el Espíritu de Dios quien lo guía y le da las palabras. Esto nos recuerda que, como creyentes, cuando buscamos la dirección de Dios, Él mismo pone sus palabras en nuestra boca para hablar con verdad y sabiduría. No dependemos de nuestras fuerzas o conocimiento, sino del poder de Su Espíritu. ¿Cómo puedes dejar que el Espíritu de Dios guíe tus palabras hoy?
Recuerda:
Dios quiere hablar a través de ti. Busca su dirección y deja que su palabra fluya en tu vida.
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