“Que Dios te dé la lluvia del cielo, las mejores cosechas de la tierra, mucho trigo y mucho vino”
Génesis 27:28
A simple vista este parece un texto común pero leerlo me llena de emoción, porque está hablando de la prosperidad que Dios puede darle a sus hijos que aman vivir para Él. Una lluvia que genera bendición y prosperidad de eso nos habla este pasaje.
Apartemos un tiempo para adorar a Dios, demos gracias por lo que poseemos; No pidamos más sólo adoremos, sabes que si tan sólo nos atrevemos a creer a Dios y lo amamos, vendrán abundantes bendiciones sobre nuestras
vidas, Dios bendecirá el trabajo de nuestras manos, proveerá lo necesario para nuestra casa, no hay espacio para el temor, tampoco para la aflicción;
Sólo adoremos y esperemos que la lluvia de bendición venga sobre nuestra vida. Él tiene cuidado de nosotros.
Recuerda:
La lluvia de bendición está esperando ser Derramada sobre los hijos que aman adorar a Papá.
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