“Al escuchar estas noticias, me senté a llorar, y por algunos días estuve muy triste, ayunando y orando ante el Dios del cielo”
Nehemías 1:4
¿Cómo reaccionamos ante los problemas? Claro es de humanos preocuparnos, llorar, sentirnos tristes… pero, ¿Qué viene después de eso? ¿Qué haremos? Nehemías a lo largo de su libro nos deja muchas lecciones de liderazgo, pero también podemos aplicarlas a nuestra vida devocional, la presencia de Dios es el mejor lugar, allí encontraremos respuestas a nuestras interrogantes, consuelo en el dolor, paz en la tormenta, perdón ante nuestros pecados y errores y sobre todo vida eterna.
El ayuno y la oración fueron útiles a estos grandes hombres en tiempo antiguos y siguen siendo de gran valor en nuestros tiempos, no podemos aspirar a ser grandes siervos de Dios o personajes influyentes sino tenemos una relación personal con Dios.
¿Qué haremos cuando vengan malas noticias a nuestra vida? Lo mismo que debemos hacer cuando vengan buenas noticias, vayamos a su presencia, cosas poderosas pasarán cuando pongamos importancia a la nuestra intimidad con Dios.
Recuerda:
La oración y el ayuno no deben faltar en tu vida.
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