“… Y todo el pueblo gritaba de alegría y alababa al Señor, porque ya se había comenzado a reconstruir el templo del Señor”
Esdras 3:11b.
El pueblo fue liberado y enviado de vuelta a casa, el templo, las murallas, los pórñticos, todo estaba destruido, algunos recordaban con melancolía la ciudad que un día fue y ahora veían los escombros.
Puede que nuestra desobediencia a Dios haya traído ruina y que hoy aun nos estemos lamentando de las malas decisiones que tomamos ayer, de los pecados que cometimos, de lo sucios que nos encontramos y lo lejanos a Dios que habitamos.
Es tiempo de levantarnos; dejemos de ver los escombros y comencemos a reconstruir. Leamos el verso 11 “Unos cantaban alabanzas, y otros respondían: Den gracias al Señor, porque Él es bueno” La reconstrucción no será fácil, pero es muestra de la misericordia de Dios; dejemos el pasado atrás es momento y comencemos de nuevo, con trabajo y en el nombre de Dios declaremos que lo mejor está por venir, la salvación ha llegado, es momento de dejar que todo sea hecho nuevo en Él.
Recuerda:
No importa lo destruida que sientas que está tu vida, tu familia, tu corazón… hoy es el día para iniciar la reconstrucción, con la ayuda de Dios.
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