“Atiende, pues, la oración de tu servidor y la súplica de tu pueblo…”
1 Reyes 8:52
¿Qué haremos? En la necesidad, escases, dolor, enfermedad, aflicción, enojo, temor, en la persecución y para limpiar pecados. Salomón lo tenía claro, él debía ser el primero… debía HUMILLARSE ANTE DIOS. Salomón tenía la obligación y la pasión para interceder delante del Señor y hacer suyos los pecados de toda su nación, él hizo suya la indiferencia de Israel.
“Atiende, pues, la oración de tu servidor y la súplica de tu pueblo” para Salomón, Dios dejó de ser un amuleto o cábala, sabía que EL TODOPODEROSO no podría resistir un corazón humillado, un pueblo arrepentido y deseoso de ser dirigido, reconoció que DIOS tenía el poder para librarlos de sus enemigos, para perdonar pecados y sanar la tierra.
Ante el caos mundial ¿Qué podemos hacer nosotros? Sigamos el ejemplo de Salomón, doblemos nuestras rodillas y levantemos nuestras manos e invoquemos el nombre del único que es capaz de SANAR NUESTRA TIERRA, de perdonar los pecados y librarnos de nuestros enemigos, hagamos nuestros los pecados de nuestra nación y pidamos perdón.
Recuerda:
¿Cuánto tiempo al día hablas con el Señor? Orar te ayuda a crecer para ser mejor adorador.
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