Sanidad a través del quebranto

Versículo bíblico:
"El sacrificio que agrada a Dios es el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios."
Salmo 51:17

Devocional:
Hay momentos en los que nos sentimos rotos, frágiles y sin fuerzas. Pensamos que así no podemos servir a Dios, pero la verdad es que es justo en ese estado donde Él obra con mayor poder.

El quebranto no es el final, es el principio de algo nuevo. Cuando el orgullo se rompe y el alma se rinde, el sanador entra en acción. Dios no desprecia un corazón herido que se vuelve a Él con sinceridad. En lugar de rechazarte, te abraza, te levanta y empieza a sanar desde lo más profundo. Esa herida puede ser la puerta hacia tu restauración completa.

Recuerda:
Dios no te desecha cuando estás quebrado… Él te toma con amor y te sana desde adentro.