Sanidad en la adoración

Versículo bíblico:
"Jehová mi Dios, a ti clamé, y me sanaste... Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien."
Salmo 30:2, 12b

Devocional:
En medio del dolor, a veces no hay fuerzas para orar con palabras largas. Pero cuando decides adorar en medio de la herida, algo sobrenatural sucede: la atmósfera cambia, el alma se alinea con Dios y su presencia empieza a sanar.
Adorar no es negar el dolor, es declarar que Dios es más grande que él. David clamó y adoró, y encontró sanidad. Tú también puedes levantar tu voz, aún entre lágrimas, y descubrir que el Señor se hace presente cuando el corazón adora, incluso en medio de la batalla.

Recuerda:
La adoración no solo honra a Dios… también sana al adorador.