"Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito."
Job 1:21
Job nos enseña una lección poderosa sobre la fe y la humildad. En medio de la pérdida y el dolor, reconoció que todo lo que tenía provenía de Dios. Él no permitió que sus circunstancias cambiaran su adoración ni su confianza en el Señor.
Este versículo nos invita a recordar que nuestras bendiciones y pruebas están bajo el control soberano de Dios. Cuando enfrentemos tiempos difíciles, debemos aprender a decir como Job: "Sea el nombre de Jehová bendito".
Recuerda:
El Señor es digno de alabanza en todo tiempo. Su fidelidad no depende de lo que tenemos o perdemos, sino de quién es Él: bueno, justo y soberano.
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