"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo."
Efesios 1:3
Este versículo nos recuerda la abundancia de bendiciones espirituales que hemos recibido en Cristo. Dios no solo nos ha dado bendiciones terrenales, sino que nos ha colmado con bendiciones espirituales que trascienden este mundo. Estas bendiciones no dependen de nuestras circunstancias, sino de nuestra relación con Cristo. Al confiar en Él, somos partícipes de las riquezas celestiales que Dios ha preparado para nosotros. Esto nos invita a vivir con gratitud y a reconocer que, en Cristo, ya hemos recibido todo lo que necesitamos para vivir una vida plena y bendecida.
Recuerda:
Tus bendiciones en Cristo son espirituales y eternas. Vive con la certeza de que en Él tienes todo lo que necesitas.
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