"Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos."
Santiago 1:22
Es fácil escuchar la Palabra de Dios y asentir con la cabeza, reconociendo su verdad. Sin embargo, Santiago nos desafía a ir más allá. No basta con ser oidores de la Palabra; debemos ponerla en práctica. Al hacerlo, evitamos engañarnos a nosotros mismos con una falsa seguridad. La verdadera fe se muestra en la acción. Cuando vivimos conforme a lo que escuchamos en la Escritura, demostramos nuestra obediencia y amor a Dios. No solo nos edificamos a nosotros mismos, sino que también impactamos a aquellos que nos rodean.
Recuerda:
La fe sin obras es muerta; sé un hacedor de la Palabra.
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