✿❦Devocional enero 5❦✿

viernes, 5 de enero de 2024

siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
1 Pedro 1:23

Pedro exhorta a los santos esparcidos, muy ardientemente, a que se amen unos a otros «entrañablemente de corazón puro» y extrae, muy sabiamente, su argumento para ello, no de la ley, ni de la Naturaleza, ni de la filosofía, sino de aquella elevada y divina naturaleza que Dios ha implantado en los suyos. Así como un sensato tutor de príncipes crea y alimenta en ellos un espíritu regio y una conducta decorosa, basando sus argumentos en la posición y la ascendencia de los tales, así también, considerando a los hijos de Dios como herederos de la gloria, príncipes de sangre real, descendientes del Rey de reyes y Señor de Señores.
 Sería conveniente que, con espíritu humilde, reconociéramos la verdadera dignidad de nuestra naturaleza regenerada y viviéramos de acuerdo con ella. 

 Por su nuevo nacimiento, el cristiano se halla por encima de sus semejantes como el hombre por encima de las bestias que perecen. Sin duda, tiene que conducirse en todas sus relaciones como alguien que no es del montón, sino como un elegido de entre el mundo, distinguido por la gracia soberana, inscrito entre el «pueblo adquirido»

Recuerda:
 que, por tanto, no puede arrastrarse en el polvo como los demás, ni vivir según la manera de los ciudadanos del mundo. 

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