Isaías 4:2
Las condiciones que prevalecian en la época de la cautividad babilónica eran terribles, personas engañadas tras la vanidad de su corazón, atraídas seducidas por su propia concupiscencia habían dejado a Dios y el juicio que venía era grande, y la promesa para los sobrevivientes, para aquellos que quedaban después de que el Señor limpiara las inmundicias, la sangre de Jerusalén con juicio y devastación eran esperanzadoras.
Por lo tanto preparemonos para ser ese remanente que se va a ir con Cristo cuando el venga por su iglesia, no nos dejemos engañar por satanás, recuerda que el mundo pasa y sus deseos pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre, la corriente de este mundo te arrastrará a un destino terrible, a una eternidad sin Dios, pero si tomas la desicion correcta de buscar a Dios y apartarte del pecado, Él te guardará de la ira venidera que viene para el mundo entero.
Recuerda:
satanás quiere engañarte con los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de ésta vida, para destruirte, pero Jesús quiere darte vida y un destino glorioso.
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