De 30 mil soldados a 300 es clarísima la diferencia, ese ejercito no tendría el mismo poder en batalla; pero Dios los envía ante el enemigo, con “fuerzas limitadas” por la cantidad de sus guerreros.
Sin duda Frank Miller, guionista de la película 300 antes de inspirarse en este film de Hollywood, tuvo que leer este pasaje bíblico en donde habla del valeroso Gedeón y su ejercito de 300 hombres incondicionales, que fueron a combate sabiendo que el ejercito que estaba frente a ellos era mucho mayor en número, pero había algo que el ejercito de Israel tenía a su favor, algo que ningún otro ejercito tenía: EL FAVOR DE DIOS.
Dios le dio la victoria a Gedeón y sus 300, de manera espectacular e increíble; Gedeón y sus hombres tomando sus cuernos, los tocaron y además gritaron ¡por el SEÑOR y por Gedeón! Eso fue todo lo que hicieron, mientras ellos daban alabanza, Dios se encargó de derrotar al enemigo y de dar la victoria a Israel.
No importa que las batallas o el enemigo que tengamos enfrente se vea mucho mayor... Tenemos el favor de Dios.
Recuerda:
Mientras Él pelea y te da la victoria, que no falte la alabanza en tu boca, de esa manera es que peleas y ganas las batallas CON ALABANZA, Dios es fiel, es momento de vencer.
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