1 Samuel 1:16
En un momento de aflicción y preocupación ¿Qué es lo primero que hacemos? ¿A quién acudimos? Parece que ya no tomamos tan en serio la oración, esta mujer entendió que en su aflicción y preocupación había un lugar a donde debía ir primero: “LA ORACIÓN”; no es con el mejor amigo o con el líder; busquemos primero el consuelo, la respuesta que
necesitamos está en la oración.
Dios no se queda con nada, conoce nuestro corazón y cuando tú y yo le damos el lugar que merece, seguramente Él responderá y nos dará alivio.
Esta mujer fue sabia en su búsqueda y Dios respondió a su necesidad:
“Le pedí al Señor que me diera este hijo, y Él me lo concedió” Regresemos a esas sendas antiguas, volvamos a buscar al Señor en lo secreto, y Él sabrá recompensar en público.
Recuerda:
¿Qué tan a menudo oras? La oración es indispensable, más indispensable que tu teléfono móvil.
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