Josué 24:19
Cuando llegas a un lugar que tiene mal olor los primeros minutos son muy molestos, pero al pasar el tiempo nuestro olfato se acostumbra y ya no parece tan incomodo. ¿Por qué pongo este ejemplo? Muchas veces tenemos actitudes que ofenden a Dios, al principio nos molesta y nos hace sentir incómodos porque sabemos que estamos actuando mal; pero con el tiempo nos acostumbramos y creemos que Dios debe acostumbrarse a que le sirvamos con manos sucias.
Dios nos ama y por ello hoy nos llama a la reflexión, quiere que seamos santos como Él. Si hemos adoptado el pensamiento que podemos llegar delante de Dios con manos sucias para servirle y seguir la vida como si nada, déjame decirte que es tiempo de que cambiemos, porque el Señor no va a tolerar nuestras rebeliones... Dios nos ha llamado para que seamos santos, nos ama y por ello NO QUIERE compartirnos con el pecado.
Este es un día para decidir ¡no hagamos oídos sordos! No podemos servir a dos señores y Dios no desea hijos tibios que no son capaces de decidirse entre el bien y el mal. Dios es más fuerte y poderoso que cualquier pecado, hoy podemos limpiar nuestras vestiduras en Él.
Recuerda:
No te acostumbres a servir al Señor con manos sucias, límpiate hoy en su presencia.
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