Josué 3:5
Estas palabras nos ponen contra la pared; muchas veces hemos dicho al Señor que queremos ver milagros, o que nos use como instrumento para verlos. Josué entendió que para ver los milagros del Señor antes tenían que estar purificados. Recuerda Dios no trabaja en donde hay manos
sucias, que eso no nos desmotive. Porque para eso vino el Señor para
purificarnos.
Si necesitamos un milagro, una respuesta o la bendición es buen momento para evaluar nuestras vidas ¿Estamos purificados? ¿Nos hemos consagrado al Señor? Esa es la clave para ver a Dios obrar.
Recuerda:
Dios no trabaja en donde hay manos sucias ¿Estás listo para purificarte?
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