Posiblemente hoy estés pasando una situación difícil, las fuerzas ya no están, el desánimo se ha hecho presente, los recursos son limitados, pareciera que los sueños no se alcanzarán; puede que hasta hayas pensado que Dios te
abandonó.
Este pasaje nos hace recordar el momento en el que el Señor le dice a Abraham que tendrán un hijo y a Sara le pareció absurdo ya que la avanzada edad era un obstáculo. ¿Qué impedimentos hay para que la bendición de Dios llegue a nuestra vida? No importa el tamaño, la edad, o la cantidad de recursos que poseamos. Para Dios no hay nada imposible, lo único que tenemos que hacer es rendirle nuestro corazón, él obra en favor de los que le aman.
¿Hay algo tan difícil que el Señor no pueda hacer? Definitivamente la respuesta es No. Es momento de adorarlo, de confiar y creer que Él, pronto cumplirá sus promesas.
Recuerda:
¿Hay algo imposible para Dios? Ríndele tu corazón y observa como Él obra y te bendice
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