“No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo… ni nada que le pertenezca”
Éxodo 20:17
Empecemos por conocer el significado de la palabra Codicia: “Es el afán excesivo de riquezas; es ansiar, apetecer apasionadamente una cosa”. La codicia trata de un deseo que sobrepasa los límites de lo ordinario y lícito ¿Por qué Dios nos manda a que no seamos codiciosos? Definitivamente la codicia corrompe al hombre; Muchos por alcanzar sus más anhelados deseos le ponen precio a su vida, roban, mienten hacen lo indebido delante de Dios, con el único propósito de tener a cualquier precio lo que han anhelado.
Debemos comprender que lo único que necesitamos es la presencia y la gracia de Dios, nuestro Padre es justo, bueno para bendecirnos y darnos todo lo que necesitamos; El Señor sabe que si la codicia se apodera de nuestra vida, alguien más será nuestro señor. No dejemos que la codicia tome control, Dios nos dará lo que necesitamos y aún más, adorémoslo con nuestra vida y no dejemos que la codicia nos corrompa.
Recuerda:
La codicia corrompe al hombre; si das cabida a la codicia alguien más será tu señor… Dios es bueno te dará lo que necesitas.
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