“¿Quieres decir que tú vas a ser nuestro rey, y que nos vas a dominar? Y lo odiaron todavía más por sus sueños y por la forma que los contaba”
Génesis 37:8
Sin duda, no todas las personas se alegran cuando compartimos nuestros sueños, metas y anhelos. A muchos nos ha tocado inspirarnos y confiar en Dios con todo el corazón, porque no hemos tenido el apoyo moral de nuestra familia, amigos e incluso de la iglesia.
Dios hace realidad los sueños, que el desánimo no nos derrote. Confiemos en Dios, esperemos en Él porque mejor que nadie sabe cuál es el tiempo. Si somos fieles en el momento oportuno el moverá las piezas y abrirá puertas.
Seamos humildes, confiemos y reconozcamos que la gloria es para Dios, porque ¡Él
lo hará!
Recuerda:
Dios cree en que puedes alcanzar tus sueños, cree tú también… aunque vayas contracorriente no estás solo.
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