“¿De qué te sientes tan seguro? ¿Piensas acaso que las palabras bonitas valen lo mismo que la táctica y la fuerza para hacer la guerra? ¿En quién confías para rebelarte contra mí?”
2 Reyes: 18:19-20
¿Alguna vez te has sentido amenazado o en una situación de la que crees no saldrás? Venía una prueba de fuego para el rey Ezequías; Senaquerib rey de Asiria envía unos emisarios al palacio en Judá y dice (capítulo 19:10): “Tu Dios, en el que tú confías, te asegura que Jerusalén no caerá en mi poder; pero no te dejes engañar por él. Tú has oído lo que han los reyes de Asiria con todos los países que han querido destruir”.
En muchas ocasiones el enemigo vendrá a decirnos que Dios no podrá sacarnos de las tormentas, que Dios no va a abrir puertas, que Dios no puede sanar una enfermedad, que Dios no puede perdonar nuestro pecado, que nada podrá salvarnos. Como humano Ezequías se preocupo, pero corrió al templo a pedir consejo y entonces eleva esta oración: “Señor y Dios nuestro, sálvanos de su poder, para
que todas las naciones de la tierra sepan que tú, Señor, eres el único Dios” (19:19).
La historia termina con victoria para Judá, tienes que leer todo el capítulo 19, para conocer la historia.
¿En quién confiamos para no rendirnos e ir al frente aun cuando todo está en nuestra contra? Ojalá no creamos a las voces que quieren derrotarnos, DIOS tiene el poder para darnos la victoria.
Recuerda:
NO escuches la voz del enemigo; DIOS te librará.
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