“...Voy a quitarte el reino y a dárselo a uno de los que te sirven”
1 Reyes 11:11
Después de toda una vida de trabajo ¿Permitiríamos que un desconocido se quede con nuestra familia, trabajo, negocio, casa, auto, ahorros y pertenencias de valor? Prácticamente es lo que hacemos cuando decidimos NO ENTREGARNOS por completo a Dios.
Salomón tenía el Reino de Israel, pero su estilo de vida y desobediencia hicieron que Dios se retractara y diera a alguien más lo que “pertenecía” a Salomón y sus descendientes.
Recuerdo las palabras de una sabia mujer: “Si tú no quieres servir a Dios, Él puede usar a uno, dos o tres en lugar tuyo” por supuesto que ninguno de nosotros quiere ser remplazado, mucho menos si se trata de recibir bendiciones y nuestra herencia celestial. Entonces seamos claros, necesitamos corregir nuestro caminar, entreguémonos por completo al Señor, Dios no nos va a consentir.
Recuerda:
¿Te gustaría que alguien más disfrute las bendiciones que son para ti? Entrega tu corazón por completo a Dios.
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