“Respóndeme, Señor; respóndeme, para que esta gente sepa que tú eres Dios, y que los invitas a volverse de nuevo a ti”
1 Reyes 18:37
Esta es otra de mi historias favoritas, Elías, el profeta de Dios. Los cuatrocientos cincuenta profetas de otros dioses. En cuanto a cifras tremenda “desventaja” tenía Elías, pero en cuanto a poder, la victoria fue absoluta a favor de Elías y el Señor,
te invito para que leas la historia completa (verso 20 al 40).
Vaya motivación la que tenía Elías “Respóndeme, Señor; respóndeme, para que esta gente sepa que tú eres Dios, y que los invitas a volverse de nuevo a ti”; ¿cuál es nuestra motivación? Muchos hoy solamente quieren que Dios respalde y responda, para hacerse famosos, para tener dinero, para estar en los mejores escenarios, para que su nombre resuene en revistas, diarios, radios, etc.
Y no es que aspirar a mucho sea pecado, pero si es terrible utilizar el evangelio para querer alcanzarlo o hacer del evangelio nuestro negocio. No intentemos robarnos el show, el único digno de gloria es el Señor y si nosotros en algún momento alcanzamos algo es para glorificarlo a Él, a través de ese algo; para que muchos otros conozcan acerca del poder y AMOR del Señor.
Que nuestra motivación sea que la gente conozca que Él es Dios y que Él espera por ellos para amarlos.
Recuerda:
El único digno de aplausos y gloria es Dios, no se trata de ti, TODO se trata de Él.
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