“Tu Padre fue muy duro con nosotros; ahora alivia tú la dura servidumbre y el pesado yugo que él nos impuso y te serviremos”
1 Reyes 12:4
Esto me hace recordar la película de Rocky Balboa en donde le da una lección a su joven hijo que lo culpa, por lo mal que le está yendo en la vida; le dice lo siguiente: “Voy a decirte algo que tú ya sabes, el mundo no es todo alegría y color; el mundo es un lugar terrible y por muy duro que seas, es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si tú no se lo impides. Ni tú, ni yo, ni nadie, golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte, Y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana. Si tú sabes lo que vales ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes y no podrás estar diciendo que no estas donde querías llegar por culpa de él, de ella, ni de nadie, eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres.
Tú eres capaz de todo” ¿Por qué relaciono este trozo de película con este pasaje bíblico? Muchas veces, como humanos buscamos a quien culpar por las malas decisiones que tomamos o bien preferimos evitar tomar decisiones para no equivocarnos, Roboam tenía la oportunidad de escribir su propia historia, ser de bendición dejando por un lado el interés y el orgullo personal... Tú y yo tenemos la oportunidad de hacer cosas grandes hoy, no huyas, no culpes... Enfrenta la vida con la ayuda de Dios y vence.
Recuerda:
Tú puedes, tú eres capaz de todo, junto a Dios.
Publicar un comentario