“Además, te doy riqueza y esplendor, cosas que tú no pediste, de modo que en toda tu vida no haya otro rey como tú”
1 Reyes 3:13
Ya lo mencionamos, Salomón pidió un corazón atento, sabiduría; El simple hecho de que Dios nos pregunte, ya es algo maravilloso, pero Salomón fue astuto, no se conformó con ello y aprovechó sabiamente la oportunidad, no pidió riquezas, tomó una decisión en beneficio del Reino de Dios y es allí donde nos damos cuenta que la Palabra se cumple, recordemos: “Buscad primero el Reino de Dios y todo lo demás será añadido”.
Cuando tenemos que tomar decisiones ¿En qué nos basamos para definir lo que haremos? ¿Acaso no siempre nuestra prioridad es lo económico? Tengamos un enfoque diferente, es mucho más valioso tener la bendición y el favor del Señor que tener todo el dinero del mundo y estar en desobediencia.
¿Qué prefieres? Trabajemos, decidamos y vivamos para glorificar a Dios, para ensanchar su Reino, para que el nombre que es sobre todo nombre sea exaltado, entonces Dios tomará todo nuestro peso, nuestras necesidades y las suplirá con mucha abundancia. Dios es bueno, Dios es fiel y no se queda con nada... Él conoce los corazones.
Recuerda:
Cuando tu prioridad es glorificar a Dios, Él se encargará de satisfacer todas tus necesidades.
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