“Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo, y para distinguir entre lo bueno y lo malo…”
1 Reyes 3:9
Todos estamos en búsqueda del antídoto que nos haga mejores personas, mejores siervos de Dios; a mi parecer Salomón en este verso nos da una respuesta clave, lo que los hombres necesitamos para ser buenos líderes y tener ese discernimiento entre lo bueno y lo malo es un CORAZÓN ATENTO.
Cuando hablamos de un corazón atento nos referimos a un corazón con conocimiento, comprensivo y lleno de la sabiduría de Dios. Realmente parece imposible que alguien pueda alcanzar ese estándar, pero Salomón nos demuestra que sí podemos agradar a Dios cuando echamos fuera de nosotros el egoísmo y pensamos en beneficio del mismo Reino de Dios.
La Palabra nos dice: “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” Según Santiago. Esto no era un privilegio único de Salomón, cualquiera de nosotros hoy puede utilizar esta llave, pidamos hoy un corazón atento, para agradar,
obedecer y glorificar el nombre de nuestro gran Dios y sin duda el no tardará en responder.
Recuerda:
Pide hoy, un corazón atento para agradar, obedecer y glorificar a Dios.
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