“El espíritu del Señor habla por medio de mí, su palabra está en mi lengua”
2 Samuel 23:2
Que gran compromiso y que gran responsabilidad, en realidad no se trata solo de hablar por hablar, se trata de tener el respaldo de Dios en nuestra vida, ministerio, trabajo, estudios o cualquier cosa que realicemos. Ojalá el papel de embajadores del Reino de Dios no nos quede grande.
Parece que muchas veces tenemos más disposición a compartir nuestras ideologías que la Palabra que Dios ha puesto en nuestra boca. Deja que de ti salgan esas palabras de vida, que renuevan y transforman el alma de los hombres.
Tu boca, tu cuerpo y todo lo que eres no deben ser instrumento que beneficie el reino del mal, has sido llamado para hablar en nombre del Rey de reyes y Señor de señores...
Es un reto que debemos aceptar, Dios no nos abandonará e imagina lo maravilloso que es dejar que Dios use nuestra boca y representarlo.
Por supuesto, para ello necesitamos al consolador... EL ESPÍRITU DE DIOS, sin Él, nuestras palabras son vacías... Lo necesitamos.
Recuerda:
No se trata de hablar solo por hablar, necesitas el respaldo del Espíritu de Dios.
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