“…Que brillen los que te aman, como el sol en todo su esplendor”
Jueces 5:31b
Sin duda la Gloria de Dios debe hacernos resplandecer; Moisés subió
al Sinaí y al tener su encuentro con Dios el rostro le resplandeció, algo
que él ignoraba que había sucedido… al descender nadie en el pueblo se
atrevía a acercarse a Moisés porque todos veían su rostro resplandeciente. Es necesario que recordemos el conocido pasaje: “La luz se pone en alto, para que alumbre a todos los que están en la casa” (mt 5.15). Si Dios ha compartido su Gloria con nosotros, si hemos sido llenos con su luz y amor, es momento de que brillemos y seamos tan radiantes como el sol.
No importa lo negativas que sean las noticias, imagina que todos los que
amamos a Dios de una vez por todas brilláramos con la luz de Jesús, sin duda las noticias serían diferentes. Que Jesús brille a través de nosotros... ¿Amamos a Dios? Entonces lo que nos dice es: ¡Que brillen los que te aman, como el sol en todo su esplendor!
Recuerda:
¡Brilla! Eres luz.
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