“… Y así los que nacieron después no sabían nada del Señor ni de sus hechos a favor de Israel”
Jueces 2:10b
Moisés, Aarón y el mismo Josué se encargaron de enseñar, liderar y
recordar al pueblo de Israel que el Todopoderoso era quien les había
sacado de la esclavitud. Pero ¿qué paso cuando estos hombres ya no
estuvieron? El pueblo se perdió, se olvidó de seguir al Señor y se fueron
tras otros dioses, los padres olvidaron el pacto de compartir con sus
descendientes acerca de lo que Dios había realizado.
En la actualidad cuánta falta hacen hombres y mujeres con la disposición y el llamado de Moisés o Josué, que no sean indiferentes ante la situación social, que estén interesados en su nación, en las familias, en enseñar acerca de que el único Dios nos ama, y anhela que tengamos una relación intima y personal con Él.
¿Qué estamos dispuestos a dejar por esta y la siguiente generación?
Este es un llamado para aquellos que aman al Señor, aquellos que se
esfuerzan cada día por ser mejores y aún en medio de los errores se
levantan para corregir y presentarse como una ofrenda delante de Dios,
un verdadero llamado para los adoradores.
Recuerda:
¿Puedes repetir estas palabras? Señor, usa mi vida, quiero ser un instrumento para transformar a mi generación.
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