"He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros."
Mateo 1:23
Este versículo, tomado del libro de Mateo, nos recuerda una de las promesas más hermosas y poderosas de Dios: Él está con nosotros. Cuando Jesús vino al mundo, Dios no permaneció distante, sino que eligió habitar entre nosotros. A través de la virginidad de María, Dios nos mostró su poder y su amor incondicional, eligiendo venir en la forma de un niño para acercarse a nuestra humanidad.
En momentos de dificultad, en la soledad o en la incertidumbre, podemos hallar consuelo en esta verdad: Dios está con nosotros. Jesús no solo vino a nacer, sino a vivir entre nosotros, a enseñarnos, a darnos esperanza, y a ofrecernos Su presencia constante.
Recuerda:
Dios nunca nos deja solos. Su presencia es un regalo constante que nos da fuerza y paz.
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