"Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán."
Mateo 9:15
Jesús utiliza una ilustración clara: mientras el esposo está presente en una boda, los invitados celebran y se regocijan. Así también, la presencia de Jesús entre los discípulos era motivo de alegría, no de tristeza ni de ayuno. Pero Jesús sabía que llegaría el momento en que sería arrebatado, y entonces sería necesario que los suyos buscaran con intensidad espiritual a través del ayuno y la oración. Este versículo nos recuerda que hay momentos para celebrar la cercanía de Dios en nuestras vidas, pero también momentos para buscarlo con un corazón quebrantado, anhelando Su presencia.
Recuerda:
El ayuno y la oración no son actos vacíos, sino un medio para conectarnos con Dios, especialmente en los momentos en que sentimos que Su presencia parece lejana. Que aprendamos a discernir cuándo es tiempo de regocijo y cuándo es tiempo de búsqueda profunda.
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