"Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo."
2 Pedro 1:8
Este versículo nos invita a cultivar virtudes cristianas como la fe, la virtud, el conocimiento, el dominio propio, la paciencia, la piedad, el afecto fraternal y el amor (2 Pedro 1:5-7). Estas cualidades, cuando abundan en nuestra vida, nos mantienen activos y productivos en nuestra relación con Cristo.
Una vida ociosa es una vida sin propósito, pero Dios nos llama a ser fructíferos. Cuando permitimos que Su Palabra y Su Espíritu trabajen en nosotros, crecemos en el conocimiento de Jesús y reflejamos Su carácter en todo lo que hacemos.
Recuerda:
El crecimiento espiritual constante produce frutos que glorifican a Dios y enriquecen tu vida en Cristo.
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