“Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.”
Jeremías 17:10
Dios, en Su sabiduría y justicia, no solo ve lo que hacemos, sino que también conoce nuestras intenciones y pensamientos más profundos. Muchas veces, podemos engañar a los demás, incluso a nosotros mismos, pero delante de Dios no hay nada oculto.
Él escudriña la mente y el corazón, evaluando nuestras verdaderas motivaciones. Esto nos recuerda que debemos andar en integridad, buscando agradar a Dios en todo lo que hacemos y pensamos. Nuestro caminar con Él no depende solo de acciones exteriores, sino del fruto de un corazón entregado a Su voluntad.
Recuerda:
Dios te conoce por completo, así que confía en Él y busca que tanto tus pensamientos como tus acciones reflejen Su verdad y justicia.
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