Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. (Isaías 3:10)
Dios siempre recompensa la justicia y la fidelidad. Aunque el mundo a veces parezca injusto, este versículo nos asegura que quienes viven en obediencia y rectitud experimentarán el bienestar que proviene de Dios. Sus promesas son firmes y Él no pasa por alto nuestro esfuerzo. Cada acto de justicia, cada semilla de bondad sembrada, traerá fruto en el tiempo perfecto.
Esta palabra es una invitación a confiar en que la bendición llegará. Aun en tiempos difíciles, Dios asegura que los justos disfrutarán de los frutos de su trabajo y su vida recta.
Recuerda:
Dios ve tu esfuerzo y te asegura que "te irá bien." Persevera en el camino de la justicia, sabiendo que Su bendición siempre llega a los que confían y caminan en obediencia.