Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1 Pedro 1:3
Algunas personas tienen una idea equivocada en cuanto a ser cristiano. Una vez que se convierten al Señor, esperan que todo vaya sobre ruedas.
Sin embargo, Cristo dejó en claro que todos enfrentaremos problemas. Él no fue la excepción: sufrió acusaciones falsas, rechazo y traición.
Como sus seguidores que somos, también podemos esperar dificultades. Algunos problemas surgen de la naturaleza caída del mundo, mientras que otros son el resultado de la guerra espiritual; y podemos causar nuestro propio sufrimiento por ignorancia o pecado.
Sin embargo, a veces Dios mismo nos prueba. Aunque es difícil aceptarlo, el Señor nunca permite dificultades a menos que tenga un propósito hermoso.
Él siempre nos da las fuerzas para soportar.
Recuerde que Dios permite las luchas para nuestro beneficio.
Tal vez sean para purificarnos y prepararnos para servirle.
Quizás esté poniendo a prueba nuestra resistencia y devoción, o podría estar revelando su poder sustentador.
En este mundo, es posible que nunca sepamos la causa o el propósito de cada desafío.
Pero podemos confiar en la capacidad de Dios para salvarnos y hacernos madurar.
¿Qué pruebas enfrenta usted?
Recuerde:
Cristo comprende su dolor y anhela ser Aquel a quien usted se aferre en los buenos y los malos momentos.
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