Es tiempo que busquemos a Dios de todo corazón, que le demos el lugar que le pertenece, que busquemos su presencia que subamos al monte, y busquemos su consejo, que nos preparemos para el futuro glorioso en Dios.
Lamentablemente hoy en día muchos han dejado a Dios y como el pueblo de Judá se desviaron tras la idolatría, la adivinación, el dinero, caminan según sus propias decisiones y se han vuelto esclavos de sus propios pecados, el juicio está a la puerta, pero hay esperanza para aquel que reconoce su pecado y se aparta, ese, alcanzará misericordia.
Recuerda:
sube al monte allí está la clave de tu victoria
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