El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.
Isaías 1:3
El pueblo de Judá y Jerusalen habían dejado a Dios por seguir a los dioses paganos, con el fin de que estos los libraran de los ataques de los otros pueblos, ¡tan pronto se han olvidado del Dios que liberó a sus padres de Egipto! Se olvidaron de las grandes hazañas que sus padres les contaron, caminan como si no conocieran a Dios, hasta el buey y el asno que son animales torpes saben llegar a sus amos, y el pueblo de Dios le ha dejado.
Para Isaías no fue fácil declarar la Palabra que Dios había enviado, pero era necesario que el pueblo entendiera que habían dos caminos, volverse a Dios o seguir en sus pecados, el uno ofrecía esperanza de restauración y el otro destrucción eterna, lamentablemente hoy en día estamos haciendo lo mismo, buscamos la respuesta en otras cosas, andamos como sin Dios, no le honramos, somos desleales, infieles, y como consecuencia venimos a ser presa fácil de Satanás. Hoy es tu oportunidad de volver a Él.
Recuerda:
Tener siempre presente el gran amor de Dios que te liberto de la esclavitud del pecado, no vuelvas a la condición de dónde Dios te sacó.
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