1 Reyes 3:10
En el devocional anterior mencionamos que lo que necesitamos para ser mejores
líderes y poder discernir entre lo bueno y lo malo es un corazón atento; Eso fue
lo que Salomón pidió al Señor cuando Dios le dio la oportunidad de pedir cual-
quier cosa.
Cuando tú y yo nos preocupamos por el Reino de Dios y ponemos las cosas de
nuestro Padre en primer lugar, nos estamos asegurando el favor del Señor. Recuerdo una ocasión en la que recibí un mensaje de Dios que me desafió, “Encár-
gate de mis cosas y yo me encargaré de las tuyas” fue un lindo reto de parte de
Dios.
El rey Salomón no pidió cosas materiales, pidió sabiduría, él quería ser por lo
menos igual de bueno que su Padre David y sabía que tener el favor de Dios era
un punto sumamente importante para el éxito. ¿Qué tal, si en lugar de pedir cosas
materiales, fama y todo lo que regularmente solicitamos, pedimos algo diferente en nuestras oraciones? Solo digamos Señor, lo que más anhelo es tener un corazón atento, quiero honrarte y ser más como tú.
Sin duda sorprendemos a Papá con ese corazón dispuesto y deseoso por agra-
darle, Él espera por hijos dispuestos a obedecerle.
Recuerda:
¿Estás listo para agradar a Dios? Pide un corazón atento.
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