1 Reyes 3:7
No cabe duda que muchas veces nos subestimamos, nos vemos menos de lo que Dios nos ve. Es como que nos paramos frente al espejo para ver todos nuestros defectos y quisiéramos convencer al Señor que algo hizo mal en nosotros.
Puede que no nos sintamos la persona ideal para la misión que Dios está dele-
gando, Salomón pensó... Soy muy joven y no tengo experiencia, además tenía la
increíble misión de ocupar el trono que dejó su padre David; no era una tarea
fácil. Tomemos en cuenta que Dios ve más potencial del que nosotros creemos que tenemos, no importa físico, ni edad, ni siquiera la posición socioeconómica, a Dios no lo sorprendemos con palabras elocuentes, ni con títulos universitarios, Él nos conoce tal cual somos, habilidades y debilidades... Él confía en nuestro potencial.
Si hasta hoy no hemos confiado en lo que somos capaces de hacer, es momento de que confiemos en lo que el Señor puede hacer a través de nuestra vida. Si nos ha llamado nunca nos dejará solos; dispongamos nuestro corazón y creamos porque su llamado es verdadero.
Recuerda:
No importa tu edad, Dios te dio todo lo necesario para triunfar y honrar su nombre.
Publicar un comentario