“El Señor habló a Samuel, y le dijo: Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis órdenes”
1 Samuel 15:10-11
El pueblo pidió rey y Dios se los concedió. Saúl, un hombre que no
empezó mal, por el contrario parecía el hombre idóneo para gobernar a
Israel; pero pasaron los días y despegó los pies de la tierra, y ya no era el mismo muchacho humilde y obediente, eso provocó que Dios le sustituyera por alguien MEJOR que él.
Saúl se cerró las puertas al apartarse de Dios, al desobedecerle. Debe-
mos tener cuidado, nosotros mismos podemos estar cerrando la puerta
a las bendiciones. Todos conocemos a alguna persona que está llena de
virtudes y talentos, pero no se le abren puertas porque tiene MALA ACTITUD.
Al Señor no lo sorprendemos con lo que hacemos y con lo que somos,
Él ya nos conoce completamente, Él nos creó; vivamos con humildad,
reconozcamos que lo que somos y lo que tenemos viene el Señor; las
puertas y oportunidades vienen de parte de Él, seamos obedientes... La
desobediencia solo nos cierra las puertas.
Recuerda:
A Dios no lo sorprendes con tus habilidades, vive en humildad.
Publicar un comentario