Todos recordamos a los jóvenes Josué y Caleb siendo parte del equipo de espías que fueron a la tierra prometida… ellos fueron los únicos que
dijeron: ¡Si podemos conquistar! Pasaron los años y se vuelven a encontrar, Caleb considera que merece tener más tierra por lo cual le dice a
Josué que le permita pelear y poseerla; la actitud de Caleb no sorprende en nada, era lo menos que podíamos esperar de alguien como él, pero lo
que es bastante curioso es: CALEB TENÍA 85 AÑOS, y dice: “estoy tan fuerte y puedo moverme y pelear como antes” que actitud más increíble.
Este hombre no tenía complejos, sabía quién lo había llamado. No importan los años que tengamos esperando vencer, tampoco importa si
hemos perdido algunas batallas antes; es momento de creer en Dios, su llamado no tiene edad... No importa si somos niños o ancianos, el Dios que nos llama es el mismo Dios de Caleb. El Señor está con nosotros, seguimos siendo iguales o más fuertes que antes, sólo dispongamos
nuestro corazón porque aún es tiempo de conquistar y poseer la tierra que siempre anhelamos.
Recuerda:
En Dios no hay edad adecuada para vencer, hoy mismo tienes la edad perfecta para tener victoria en Él.
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