“El Señor hizo que los egipcios fueran muy amables con los israelitas. Además, los
funcionarios del faraón consideraban a Moisés como un hombre extraordinario, y lo mismo pensaban todos en Egipto”
Éxodo 11:3
Que nuestros amigos, familia y los de la iglesia piensen muy bien acerca de
nosotros y nos admiren, en realidad no es nada extraño, pero ¿imaginas a
todas las personas de tu comunidad, trabajo, colegio o universidad admi-
rándote por la clase de persona que eres? Que no hablen de nosotros como
los mentirosos, falsos, hipócritas, religiosos... Sino que digan: ¡Wow! Este muchacho, esa señorita, el señor o la señora son extraordinarios; que nos
admiren y vean como un ejemplo a seguir. Esa es la voluntad de Dios, Él
puede hacer cambiar los pensamientos.
Los egipcios terminaron admirando y creyendo en lo que Moisés hacía y
decía... No importó que tuviera problemas para hablar, pero si importó que tenía un corazón dispuesto. El Señor está a nuestro favor, dejemos que nos use.
Recuerda:
Dios quiere que la gente te reconozca, te aprecie y te vea como un modelo a seguir… porque tú sigues al Señor.
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