“Así que el faraón les dijo: ¿Podremos encontrar otro hombre como éste, que tenga el espíritu de Dios?”
Génesis 41:38
¿De qué sirve tener un envase del más costoso perfume si por dentro sólo tiene agua, sin olor? Lo que nos hace mejores adoradores no es la apariencia; lo que verdaderamente importa es el lugar que le damos al Espíritu Santo en nuestra vida.
Como adoradores no funcionamos, si el Espíritu de Dios no está con nosotros.
Si hasta hoy hemos buscado acercarnos a Dios y no hemos tenido éxito la pregunta es ¿En qué lugar de importancia tenemos al Espíritu Santo? Faraón observó que José era diferente, pero no eran sus capacidades o habilidades... Era el corazón de adorador que tenía, el Espíritu Santo estaba con él. Eso da un sello diferente, eso no lo encontramos en otro lugar... Sólo está disponible cuando se tiene un corazón deseoso por conocerle.
Recuerda:
Es importante que des al Espíritu Santo el lugar que corresponde, eso te hace único.
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