“El ángel le dijo: No le hagas ningún daño al muchacho, porque ya sé que tienes temor de Dios, pues no te negaste a darme tu único hijo”
Génesis 22:12
¿Qué estaríamos dispuestos a entregar? Abraham estaba entregando el sueño de toda su vida, un hijo con la mujer que amó, lo anheló hasta la vejez.
Claro que Abraham amaba a Isaac, pero su amor por Dios era mucho mayor; comprendía que antes de cualquier cosa estaba Dios.
¿Podríamos entregar el sueño de toda una vida, si Dios lo pidiera?, ¿Daríamos lo que tanto trabajo, tiempo y esfuerzo nos ha costado? Ese es un buen medidor para saber que tanto amamos a Dios. El Señor no quiere ser el primero o segundo lugar en nuestra vida, Él no compite con nada; es único, se encuentra sobre cualquier lugar, desea ser el centro de nuestra vida... Hoy, es un día maravilloso para demostrar a Dios cuanto lo amamos, ¿estás listo a hacerlo sin importar el precio a pagar?
Recuerda:
¿Cuanto amas a Dios? ¿Tanto como para Entregar tus sueños? Abraham pudo, tú también.
Publicar un comentario