“Eliseo le preguntó: ¿Qué puedo hacer por ti?”
2 Reyes 4:2
Su esposo había fallecido y ahora estaba apunto de perder a sus hijos debido a las deudas; Eliseo responde a la mujer ¿Qué puedo hacer por ti? Tanta falta hacen esos hijos de Dios dispuestos a servir a los demás.
Los verdaderos adoradores tienen compasión ante la circunstancia que vive su prójimo, no pueden ser indiferentes. Las iglesias están llenas, mucho se habla del amor pero es momento de que no solo hablemos de amor, sino que también lo practiquemos y hagamos que las personas se encuentren con el amor transformador y restaurador.
¿Cuándo fue la última vez que procuramos ayudar a alguien? ¿Cuándo fue la última vez que nos pusimos a la orden de nuestro prójimo? Y decirle ¿Qué puedo hacer por ti? Se hacemos HACEDORES y no solo habladores.
Recuerda:
Servicio, es un atributo de los grandes Adoradores.
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