“Si tú has actuado en secreto, yo voy a actuar en presencia de todo Israel…”
2 Samuel 12:12
Estas fueron las palabras de Dios para David, difíciles porque en otras palabras le estaba diciendo: “Puedes engañar al pueblo, pero yo conozco tu pecado y no importa que tan oculto creas estar, tu recompensa será publica”.
Dios aborrece el pecado y hoy específicamente nos hace un llamado a apartarnos del pecado oculto. Dios no desea que seamos esclavos, Él nos liberó; pero sin lugar a dudas muchas veces vivimos una doble vida, porque en apariencia somos siervos del Señor, pero dentro de nosotros sabemos que estamos viviendo una vida en pecado.
No importa la clase de pecado que sea, aunque creamos que nadie lo sabe, Dios nos ha visto fallarle... El precio a pagar por ese pecado es alto, porque Dios nos habla hoy y nos dice: “Lo que haces en secreto... No siempre será así, porque te lo recompensaré en público”.
¿Estamos dispuestos a perder nuestro ministerio? ¿A perder lo que tanto esfuerzo nos ha costado? ¿Vale tanto la pena ese pecado como para poner en juego nuestra relación con Dios y la bendición que Él ha derramado? A las personas podemos engañarlas y vivir una falsa santidad, pero Dios que conoce los corazones, a él no podemos engañarlo.
Recuerda:
No dejes que Él te vea fallarle una vez más, eso te separa de la vida de adoración… Declara ¡Ya no más pecados ocultos!
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