“…Te ha arrebatado el reino y se lo ha entregado a tu compañero David, ya que tú
no obedeciste el mandato del Señor…”
1 Samuel 28:17-18
A ninguno nos gusta perder lo que creemos nos pertenece, y esto es algo que se aplica en todas las áreas de nuestra vida, sencillamente aplica en todo.
Saúl, el primer rey de Israel hizo cosas que no fueron gratas delante de Dios, este pasaje cuenta una historia tremenda la cual te invito a leer; él quería hacer hasta lo imposible por conocer a donde Dios quería llevar su reinado, por supuesto no quería perder el trono y después de tanta desobediencia recibe estas palabras:”Te ha arrebatado el reino y se lo ha entregado a tu compañero David, ya que tú no obedeciste el mandato del Señor”.
La reflexión de hoy es la siguiente: si desobedecemos corremos el peligro de perder la bendición y la gracia del Señor. No importa cuan cómodos nos sintamos con las bendiciones que hayamos recibido antes, si Dios se aleja de nosotros, LO HEMOS PERDIDO TODO. Por eso hoy volvamos al Señor, antes de que sea demasiado tarde... Este es un llamado a aquellos que anhelan ser adoradores de Dios y que se han acomodado en el pecado, en la vida doble... Dios nos quiere obedientes y apasionados por Él.
Recuerda:
¿Quieres perder la bendición? Cuidado con la desobediencia
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